Desde hace unos meses, gracias a la reforma del artículo 82 del Código Civil, los cónyuges podrán divorciarse, siempre y cuando sea de mutuo acuerdo, acudiendo al Notario, simplificando de este modo tanto el trámite, como el tiempo invertido.
Para poder hacerlo de esta forma, deberán haber pasado tres meses desde la celebración del matrimonio, mediante escritura pública ante notario. A esta firma ante notario deberán acudir los cónyuges personalmente, acompañados por un abogado, quién también deberá firmar la escritura; y prestando su consentimiento ante el Notario.
En caso de que hubiera hijos mayores de edad, estos deberán otorgar también su consentimiento ante el Notario respecto de las medidas que les afecten, cuando estos carezcan de ingresos propios o convivan con sus progenitores. En caso de que no hubiera aprobación, no cabría lugar a convenio ni tampoco a divorcio. No será necesario que comparezcan personalmente, pudiendo estar representados por un apoderado.
Por el contrario, en caso de haber hijos menores de edad, no se podrá proceder de esta forma, siendo necesario acudir al Juzgado.
En la escritura pública se deberá manifestar tanto la voluntad inequívoca de separarse, además de determinar las medidas que hayan de regular los efectos derivados de la separación. Se transcribirá el convenio regulador, y además podrá incluirse la liquidación de gananciales del régimen correspondiente.
Tratándose de una materia tan delicada como el divorcio, es importante contar con el apoyo de un equipo de expertos, avalados por una amplia experiencia, que puedan garantizar la defensa de sus intereses. El equipo legal de Daemi Zabalza & Asociados cuenta con una larga trayectoria en la tramitación de divorcios, por lo que no dude en solicitar su primera consulta gratuita con nuestros abogados especialistas.